Xbox Life capítulo III: Muerto el rey, ¡Viva el rey!

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Xbox vendió y logró la impensable hazaña de igualar en ventas al gigante Nintendo

07/10/2010 22:00
Volvemos tras un largo parón para echar de nuevo la vista atrás, a la antecesora de Xbox 360. En el último capítulo de esta línea de artículos hablamos sobre la vida de la primera Xbox y como Microsoft quiso volcarse en ella para hacerse un hueco en el mercado.

Hoy toca comentar como la compañía de Redmond dio fin a su primera consola de sobremesa y como fue gestándose su sucesora, la exitosa Xbox 360. Este fue un momento de polémica máxima para el gigante americano, pues no llevó el tema con demasiado tacto y muchos usuarios entendieron en sus formas un desprecio hacia los fieles consumidores de Xbox. Puede entenderse así, como una maniobra de marketing despiadada, o como un paso necesario para traernos una consola mucho más competitiva en el mercado.

Xbox 360

Para comprender las medidas que se decidieron tomar, es necesario situarnos en el contexto de aquél momento. El fin de la sexta generación de consolas se olía en el ambiente, y Microsoft analizó como le había ido su experiencia con su Xbox. Sin duda había conseguido hacerse un hueco en el mercado, lo cual les permitía pensar en una sucesora para la siguiente generación. Eso sí, la situación no era tan halagüeña como cabría esperar: Xbox vendió y logró la impensable hazaña de igualar en ventas al gigante Nintendo, logrando ambos alrededor de 25 millones de unidades en todo el mundo. Pero aún así, estaba lejos de ser una alternativa a PlayStation 2, que había vendido más de 50 millones de unidades que sus dos rivales juntas. Algo fallaba; algo faltaba para ser competitivos.

modelo 4 gb [1]

La estrategia a seguir para la siguiente consola era clara: tenían que traer la séptima generación antes que cualquiera de sus rivales. Para llevar a cabo este movimiento con inteligencia, debían asegurarse de que todos los usuarios de la anterior plataforma se sumaban a la nueva junto con un buen número de consumidores de la competencia, para evitar un fracaso precoz. Aunque la naturaleza de este movimiento de marketing no está confirmada por Microsoft, parece ser que con la intención de lograr sus objetivos decidieron descontinuar la primera Xbox de cara al lanzamiento de su inminente hermana pequeña, la Xbox 360. A pesar del desagrado de la decisión, no cogió por sorpresa a los usuarios, que conocían la existencia de Xbox 360 desde años antes del fin de Xbox. Volvamos tiempo atrás pues. Situémonos en el año 2002. Las empresas de hardware comenzaban ya a planear la creación de las siguientes plataformas, rubricando acuerdos con distintas empresas para ir planeando las capacidades finales de cada consola. Microsoft estaba interesada en aliarse con alguna de las compañías más potentes para trabajar en una buena GPU que les permitiera nuevamente ser punteros en el campo gráfico. Ese acuerdo llegó un año más tarde, cuando unieron fuerzas con ATI para tal menester.

Consolas

La empresa americana decidió crear un equipo para trabajar exclusivamente en el desarrollo de la nueva consola, un grupo conocido como "Xbox Console Design Architecture". Este equipo de desarrollo estaba liderado por el veterano Nick Baker, un maestro de la electrónica y el hardware que había trabajado en algunas creaciones de Apple, lo cual explica el diseño mucho más elegante de la sucesora de Xbox, que visualmente era más tirando a rústica, por no decir otra cosa. Además, Baker ya tenía experiencia con consolas, ya que fue la mente tras la malograda 3DO, uno de los grandes fracasos en este campo de principios de los 90. A pesar de no tener suerte en el mercado, era una buena plataforma y servía de credencial a Baker para que Microsoft confiara en su buen hacer. Tras pasarse un tiempo planeando por donde iban a tirar con la nueva consola, y una vez consumado el acuerdo con el gigante ATI, era hora de ponerse manos a la obra. En ese mismo año 2003, se alcanzó otro acuerdo con IBM (que curiosamente también trabajaba para Sony en PlayStation 3), para desarrollar un procesador central. Cuando se anunció el trato entre ambas empresas, se especificó que se trataría de una CPU de tres núcleos de 3.2 GHz de velocidad cada uno. De modo que nos encontrábamos con una plataforma inferior en cuanto a núcleos de la CPU con respecto a PlayStation 3, pero superior en GPU gracias a la creación de ATI, con soporte para 48 shaders y 10 Mb de memoria. Con la GPU y la CPU ya aseguradas, posiblemente las partes más importantes del hardware de una consola, comenzó el diseño de Xbox 360.

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